Es un día en el espacio tiempo, eso quiere decir un instante en la eternidad.
Soy un ser humano como cualquier otro con una misión que cumplir, mi alma no es mía, mi alma es un todo en la inmensidad, mi conocimiento es una expresión de lo divino con el que puedo contar para el desarrollo en este plano, mi esencia se funde con la expresión de lo divino, si me sumerjo en mis pensamientos encontrare un mundo desconocido por la inmensidad de ellos mismos. Soy hacia afuera como hacia dentro, soy un paralelo de mi misma. Vivo una vida con sentido armónico para vibrar en el mismo tono de lo divino.
La inmensidad de la eternidad me impulsa a un estado de libertad único; la experiencia de vida me abre las posibilidades de la existencia para la unión con lo divino, sus colores, sus formas la magnificencia de lo creado.
Abrazo la posibilidad de un mundo consiente, lleno de amor, paz, tranquilidad, alegría y demás; mis oídos escuchan mas allá del sonido del viento, escucha la vida interna de cada elemento puesto en la tierra, y aunque es este el único mundo que pueden ver mis ojos, es este mundo que me da la posibilidad de desenvolverme interiormente y es el lugar mas maravilloso en la eternidad del espacio llamado universo, que así como la esencia de mi alma no tiene principio ni fin.
.: Diana Villamarín Muñoz :.
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